La planificación patrimonial es un aspecto crucial que muchas personas pasan por alto. Ya sea que vivas en España o que tengas activos allí, entender las diferencias entre los tipos de testamentos es fundamental para asegurar que tus deseos se cumplan después de tu fallecimiento. En este artículo, profundizaremos en las características y particularidades de dos tipos principales de testamentos en España: el testamento notarial y el testamento ológrafo. A medida que avancemos, podrás tomar decisiones informadas sobre cuál es el más adecuado para ti y tus seres queridos.
Testamento notarial (testamento abierto notarial)
El testamento notarial es considerado como el estándar dorado en España. Este tipo de testamento se realiza ante un notario público español, quien se encarga de documentar formalmente tus últimas voluntades, asegurando que cumplan con todos los requisitos legales y guardando un registro oficial del mismo.
El proceso para redactar un testamento notarial es bastante sencillo y sigue estos pasos:
- Solicitar una cita en la notaría. Puedes redactar el testamento previamente, con ayuda de un abogado, o dictar tus deseos directamente al notario, quien los plasmará en un formato legal adecuado.
- El testamento se redacta generalmente en español. Si no dominas el idioma, es recomendable contar con la ayuda de un traductor o un abogado bilingüe. Algunos notarios en áreas con expatriados ofrecen testamentos en dos idiomas.
- Deberás presentar una identificación, como tu pasaporte o NIE.
- El notario leerá el testamento en voz alta (directamente o a través de un traductor) para confirmar que tus deseos han sido correctamente reflejados y que comprendes el contenido.
- Si todo está en orden, firmarás el testamento, y el notario también lo firmará y sellará.
Entre las características clave de los testamentos notariales se incluyen:
- Oficial y Registrado: El notario conserva el testamento original en sus archivos y envía una notificación al Registro de Últimas Voluntades en Madrid, informando que se ha realizado un testamento en esa fecha, lo que facilita su localización tras el fallecimiento.
- Testamento abierto: Se denomina “abierto” porque el notario y, si es necesario, los testigos conocen su contenido. Generalmente, no se requieren testigos, salvo en casos excepcionales.
- Asesoría legal: El notario se asegura de que el testamento no contenga cláusulas que infrinjan abiertamente la ley española, ayudando a evitar disposiciones inválidas.
- Bajo costo: Las tarifas de los notarios en España son fijas y suelen ser bastante asequibles; la mayoría de los testamentos sencillos cuestan menos de 100 euros.
Los principales beneficios de un testamento notarial son:
- Seguridad y difícil de perder: Dado que el notario retiene el original y está registrado, es casi imposible que se pierda. Tus herederos pueden recuperarlo fácilmente al solicitar un certificado de testamentos tras tu muerte.
- Validez inmediata: Tras el fallecimiento, los herederos obtienen una copia autorizada del notario y pueden proceder con la herencia, evitando el proceso judicial de validación.
- Dificultad de impugnación: Es raro que se impugne con éxito la validez de un testamento notarial, ya que el notario atestigua que el testador estaba capacitado y actuó voluntariamente.
- Claridad: El notario utiliza un lenguaje legal claro que evita ambigüedades que podrían causar disputas familiares posteriores.
Sin embargo, hay algunas desventajas, aunque son pocas:
- Es necesario acudir a una notaría, lo que algunas personas pueden considerar una molestia. Sin embargo, los notarios están ampliamente disponibles en España, incluso en localidades pequeñas.
- Si no hablas español, deberás asegurarte de contar con una traducción adecuada, aunque muchos notarios en áreas con expatriados suelen manejar testamentos en dos idiomas.
- La privacidad es un asunto a considerar, ya que el contenido del testamento es conocido por el notario, aunque es confidencial y solo accesible para ti en vida y por tus herederos después de tu fallecimiento.
En la práctica, la gran mayoría de los españoles opta por realizar testamentos notariales debido a su simplicidad y seguridad. La cultura legal española lo considera esencial, y es común escuchar que “un notario y un médico deben ser de las primeras visitas al establecerse en España”.
Testamento ológrafo
Un testamento ológrafo es, esencialmente, un testamento redactado a mano por el propio testador. Este tipo de testamento no requiere la presencia de un notario ni de testigos en el momento de su escritura, aunque debe cumplir con ciertos requisitos para ser considerado legalmente válido en España.
Los requisitos para que un testamento ológrafo sea válido son:
- Debes redactar el testamento completamente a mano (no se acepta que esté mecanografiado o impreso) y firmarlo. También es necesario incluir la fecha en la que lo redactaste.
- Debes ser mayor de edad (18 años o más) para poder realizar un testamento ológrafo.
- Es recomendable incluir tu nombre completo y datos de identificación para evitar dudas sobre tu identidad.
- Si realizas correcciones, es aconsejable inicialarlas.
- Debes expresar de manera clara quién serán los herederos y qué les corresponde.
- Es fundamental que el testamento sea redactado sin la influencia de terceros; la ley busca garantizar que sea un documento auténtico y personal.
No se necesitan testigos al momento de redactarlo, pero después de la muerte del testador hay un proceso de validación que se debe seguir.
Los testamentos ológrafos pueden ser redactados en cualquier idioma, aunque, si se van a ejecutar en España y los herederos no hablan ese idioma, será necesaria una traducción.
Algunos beneficios de un testamento ológrafo son:
- Conveniencia (en emergencias): Puedes redactarlo en cualquier momento y lugar, lo cual es útil en situaciones repentinas donde no hay acceso a un notario.
- Privacidad y sin costo: Nadie más verá el testamento al momento de redactarlo, y no incurres en ningún gasto adicional.
- Flexibilidad: Puedes actualizarlo escribiendo uno nuevo cuando lo desees, siempre y cuando feches cada nuevo testamento para que el más reciente anule al anterior.
Sin embargo, también hay riesgos y desventajas asociados a los testamentos ológrafos:
- Proceso de validación tras el fallecimiento: Un testamento ológrafo debe ser validado por un tribunal tras el fallecimiento del testador. El heredero que tenga el testamento debe presentarlo al tribunal dentro de los 10 días posteriores a su conocimiento, y esto puede conllevar procedimientos legales adicionales.
- Riesgo de pérdida o destrucción: Sin un registro oficial, el testamento puede perderse, ser robado o destruido accidentalmente. Si nadie lo encuentra, es como si nunca hubiera existido.
- Potencial de fraude o alteración: La falta de supervisión inmediata puede dar pie a intentos de falsificación. Si hay múltiples versiones, la situación se complica y podría llevar a disputas legales prolongadas.
- Posibilidad de no cumplir con las formalidades: Si olvidas fecharlo o no firmas cada página, un juez podría anularlo. Muchos legos pueden no estar al tanto de estos requisitos.
- Falta de consejo legal al redactarlo: Podrías inadvertidamente crear confusiones o violar reglas legales, lo cual podría evitar un notario.
En la actualidad, el uso de testamentos ológrafos es bastante raro en España. Se suelen emplear en situaciones de urgencia o por personas que deciden no acudir a un notario. Aun así, durante la pandemia de COVID-19, algunos recurrieron a testamentos ológrafos ante la dificultad de acceder a un notario. Sin embargo, es importante destacar que si es posible, un testamento notarial es siempre preferible.
Comparativa rápida
Aspecto | Testamento Notarial | Testamento Ológrafo |
---|---|---|
Validez y formalidad | Redactado o revisado por notario, formalmente perfecto al firmarse. | Debe ser completamente escrito a mano, puede ser imperfecto formalmente. |
Registro | Registrado en el Registro de Últimas Voluntades (siempre localizable). | No registrado; la localización depende de que alguien sepa que existe. |
Custodia del original | El notario conserva el original en su protocolo (de forma segura). | El testador lo guarda donde desee, con riesgo de pérdida. |
Proceso post-muerte | Los herederos solicitan un certificado, obtienen una copia del notario, sin necesidad de un tribunal. | Debe ser presentado ante el tribunal y validado, lo que implica retrasos y costos. |
Costo | Tarifa pequeña del notario. | Sin costo inicial, pero con posibles costos legales más altos posteriormente. |
Impotabilidad | Difícil de impugnar (presunción de validez, aunque los herederos pueden discutir capacidad o alegaciones de fraude). | Más fácil de debatir (¿Es real? ¿Alguien influyó en la redacción?). |
Privacidad | Conocido por el notario (y traductor si es necesario), pero confidencial. | Completamente privado hasta la muerte, pero puede volverse más público si se requiere un proceso judicial. |
¿Cuál deberías elegir?
Si estás planificando tu patrimonio en España, un testamento notarial es la opción a elegir en casi todos los casos. La única situación en la que se recomendaría un testamento ológrafo es en una emergencia donde realmente no puedas acceder a un notario. Por ejemplo, si estás en una situación donde no tienes acceso legal y deseas dejar algo por escrito, un testamento ológrafo puede ser un recurso temporal, pero no dudes en hacer un testamento notarial cuando sea posible.
Es posible que algunos expatriados se pregunten: “¿No puedo simplemente redactar mi testamento en inglés y que se reconozca?” Si cumple con los requisitos de un testamento ológrafo (escrito a mano, firmado, fechado), podría ser reconocido, pero en inglés requerirá traducción oficial y podría complicarse si se ejecutó en el extranjero. Por lo tanto, es mejor hacer un testamento español para tus activos en España.
Recuerda que una planificación inadecuada podría acarrear costos ocultos. Por ejemplo, si un testamento ológrafo retrasa la transferencia de propiedades, podrías incurrir en penalizaciones si no cumples con los plazos fiscales. Por ello, optar por un testamento notarial puede ahorrarte problemas en el futuro.
